Presidenta Bachelet insta a empresarios a recomponer confianzas y apoyar reactivación

Nueve años después de su última visita al Centro de Estudios Públicos (CEP), la presidenta Michelle Bachelet compartió con cerca de un centenar de empresarios por más de tres horas. La cita se realiza en el marco de la difícil relación que la mandataria ha cultivado con este sector durante su segundo mandato en lo que podría interpretarse como la búsqueda del camino para la reconstrucción de las confianzas, donde también instó a la audiencia a superar el clima de crispación y generar confianzas.

Sin embargo, el empresariado no habría quedado del todo satisfecho con el encuentro, pues se esperaba que la jefa de Estado hiciera una definición de lo que será el resto de su mandato, marcado por un profundo proceso reformista, lo que no se habría concretado en esta reunión.

En este escenario, la cita entre el gobierno y lo más granado del empresariado nacional abre la expectativa de retomar el diálogo en torno a los cambios que el país requiere, pero de forma que no se generen diferencias insalvables, como ha ocurrido hasta ahora.

Y ese fue el planteamiento del vocero de gobierno Marcelo Díaz tras la reunión: “El sentido más profundo de este encuentro fue el compartir opiniones e ideas respecto de los desafíos que tiene Chile y también de cómo se abordan”. Con esa visión la Presidenta habría planteado a los asistentes que “el diálogo es fundamental” en este proceso. Por lo que -según destacó Díaz- “para poder trabajar de manera colectiva tenemos que reconocer la legitimidad de esas distintas miradas, pero también el clima, el tono y el modo en que discutamos y procesemos nuestras diferencias es fundamental”.

A juicio del vocero, la postura de la mandataria en esta materia “estuvo muy presente también en el planteamiento de muchos de los miembros del CEP que intervinieron”, por lo que se retiró muy optimista del centro de estudios.

No obstante, habrá que ver cuánto dura el optimismo en palacio, ya que según las propias autoridades que participaron en la cumbre no se abordaron en forma detallada materias tan centrales como las reformas, que finalmente son las que han provocado el distanciamiento entre el gobierno y el empresariado.

En este sentido, fue el propio titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien reprodujo una frase de la jefa de Estado en el encuentro, para graficar lo que se le planteó al empresariado sobre las reformas: “Como dijo la Presidenta “no hay prisa en llegar, hay prisa en partir”. Y aunque aseguró que no se conversó en particular de las reformas, incluida la laboral, más adelante admitió que, “sin duda hubo preguntas respecto del ritmo la extensión, la profundidad, el objetivo de las reformas y fue una buena oportunidad en que la Presidenta explicó en detalle cuál es su visión y la del gobierno respecto de esto”.

En la misma línea, el jefe de la billetera fiscal, señaló que “la Presidenta fue muy clara en este encuentro de la importancia de tener un sector privado que empuje el crecimiento”.

Mientras que el abogado José Zalaquett comentó que en la presentación de la mandataria “lo que primó es que había que conciliar los cambios con la estabilidad y también el gradualismo”.

Valoran diálogo

Los empresarios salieron tranquilos, pero no del todo conformes. Si bien hubo consenso en que Bachelet se mostró cordial y dispuesta a reconstruir mediante el diálogo una relación aparentemente crispada, las expectativas de la élite empresarial apuntaban más bien a pronunciamientos concretos frente a las reformas que impulsa. Y, a su vez, dar certezas de cómo levantar un alicaído ánimo empresarial.

Eso sí, los hombres de negocios valoraron la disposición a reunirse con ellos e instalar una conversación reflexiva frente a la creciente desconfianza desde las diferentes esferas del mundo público. Los empresarios concuerdan, de hecho, que la mandataria sinceró que era necesario conciliar los cambios con la estabilidad, con la gradualidad, y avanzar en un diálogo constructivo.

Franqueza que al parecer no fue suficiente para calmar el mar de dudas que despierta entre los privados el proceso reformista del Ejecutivo, ya que para ellos aún persiste la incertidumbre de cómo se avanzará teniendo en cuenta que ya existe bastante coincidencia en los diagnósticos, pero no en los caminos para salir de la crisis. Por esto, los presentes leyeron el encuentro como uno de los primeros pasos para comenzar a trabajar por el país, ya que Bachelet se restó de comentar la contingencia, para poner en la mesa los temas de mediano y largo plazo y las medidas que está tomando el gobierno para hacer de Chile un país de progreso. En este punto, las reformas no fueron tratadas detalladamente, aunque la constitucional acaparó la atención al ser una de las iniciativas que despierta mayor inquietud en la vereda empresarial. Al respecto, Bachelet enfatizó que era necesario tener una nueva Constitución y que el país mayoritariamente apoya esta idea.

Con todo, habría empezado a asumir una actitud más abierta a escuchar y dialogar. De esta forma, además, buscaría un cambio en la percepción empresarial que en los últimos meses ha estado marcada por continuas críticas al proceso de reformas.

Las postales de la jornada